http://www.youtube.com/watch?v=Q8ZMa_to3Pw Se que..."> 16 AÑOS...
Hace un año escribí un artículo sobre las relaciones, otro sobre mi boda..., pero hoy quiero hablar sola y exclusivamente de mi pareja, mi amigo, mi amante, mi compañero, quiero hablar sobre el único amor de mi vida.
Creo que de alguna manera estábamos destinados sí o sí, y que si no lo hubiese conocido hace más de dieciséis años, lo hubiese conocido después, pero que mejor que haber dado a la primera con la persona que te hace feliz. Recuerdo habérmelo cruzado más de una vez siendo pequeña con unos 8 años, por el gimnasio cuando iba a recoger a mi hermano, que era compañero de él en las clases de taekwondo, y ya me atraía (de aquella manera platónica, claro...).
La nuestra, es una relación con sus altibajos, (es lo más normal con dos personas tan pasionales como nosotros) y no es perfecta lógicamente, como ninguna lo es, ha ido cambiando y transformándose a lo largo de los años, con miles de experiencias y cambios a los que los dos nos hemos ido adaptando, pero fueran buenas o malas experiencias, siempre nos hemos apoyado el uno al otro, es un alivio tener un compañero de viaje tan incondicional.
Sé que no podría haber elegido mejor persona que él para pasar el resto de mi vida y para ser el padre de mi hija. Ni en un millón de años podría haber encontrado mejor hombre para mí. Por eso doy las gracias todos los días, por todo lo que tengo y por tenerlo a él a mi lado, compartiéndolo todo.
Quiero darle las gracias por ganarse mi confianza desde el minuto cero que lo conocí, en él confío más que en nadie en el mundo y pondría la mano en el fuego un millón de veces, sé que no me quemaría.
Quiero darle las gracias porque siempre está ahí para escucharme, para comprenderme, para apoyarme, para ayudarme.
Quiero darle las gracias, por saber en cada momento, que estoy pensando, y por tanto, saber cuándo necesito un abrazo, hablar o simplemente estar a su lado, sin decir nada.
Quiero darle las gracias por ser un padrazo, desde el minuto cero que nació nuestra nena. No ha bajado el listón ni un sólo momento.
Quiero darle las gracias por estar aquí, a mi lado; gracias por su sinceridad, por su maravillosa sensibilidad, su cariño, su apoyo, su confianza, su tiempo, sus abrazos, su esfuerzo, sus palabras, su empatía, sus caricias, sus bromas, sus desayunos y comidas, su paciencia, su atención, sus besos... Gracias por quererme tanto "cuando menos lo merezco" porque sabe que es "cuando más lo necesito".
Aquí solo puedo expresar una pequeña parte de mi agradecimiento, un minúsculo gesto de mi amor, pero sé que él sabrá mirar más allá.
Gracias por todos estos años a mi lado. Gracias por esta princesa que hemos traído a la vida. Y, sobretodo, gracias a Dios por traerte a ti a la mía.
Gracias por hacerme creer en el amor para toda la vida.
Me tranquiliza muchísimo saber que siempre lo tengo a mi lado. Que me protege, lo sé, porque no conozco a nadie más protector. Él es la persona con la que quiero envejecer.
Estaría mil años dándole las gracias. Y estaría mil años dándole las gracias a Dios por ponerlo en mi camino aquel verano del 96...
Quiero darle las gracias por ser una persona realista, creo que por eso nos complementamos tan bien, porque yo soy pura imaginación y cuando echo a volar, no hay quien me pare... excepto él.
No somos perfectos. Pero sí, el uno para el otro, no podían haber encajado dos piezas mejor.
Me gusta cuando pide su comida favorita para cenar, que casualmente también es la tuya. Me gusta mirarte cada noche cuando le lees cuentos, porque ríe a la vez que ríes tú. Y río cuando se agarra a su muñeco para ir a dormir, y te imagino a ti de niño haciendo lo mismo. Y vuelvo a reír cada mañana, cuando peino en su pelo el mismo remolino que tienes tú.
Y cada mañana me emociono, cuando cual pequeña intrusa amorosa, se tumba entre tú y yo en un espacio que se vuelve infinito de tanto amor, en esa misma cama de donde surgió, donde se creó fruto de nuestras caricias y amor. Ahí mismo vuelve, al lugar donde su alma se creó, y bosteza, y sonríe, y nos llama mamá y papá. Y nos hace ver cómo nuestro amor crece con ella, cómo nunca se agota, cómo siempre aumenta, cómo con ella es infinito, atemporal, incondicional.
Porque es mía, y porque es tuya. Porque la hemos hecho los dos. Porque de un amor tan grande como el nuestro, ha surgido ella, una personita que es tú y que soy yo, que huele a ti, que mira como tú, que sonríe como tú.
Puede que de amarte tanto a ti, le ame tanto a ella. Y de amarle tanto a ella, te ame tanto a ti.
Gracias mi vida, por ser mi roca. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias...